viernes, 17 de agosto de 2007

10- UTILIZANDO EL INMENSO PODER DEL INCONSCIENTE

RESOLVIENDO SITUACIONES DE LA VIDA DIARIA


Lo siguiente es como una continuación de los artículos 7 y 8.
El ejercicio que vamos a presentar en sus delineamientos generales se puede aplicar a muchas situaciones distintas. Porque de eso se trata, de mejorar o resolver situaciones concretas de la vida diaria. Un examen, un conflicto laboral, financiero, de fabricación o producción de un producto, preparación de un evento, un escrito, una obra de arte, un invento, etc.
La diferencia de esta meditación, además de ser una programación consiste en que se intenta aprovechar la enorme capacidad potencial del inconsciente. Para lograrlo aprovecharemos las horas de sueño. Pero primero habrá que entrar en esa zona fronteriza que no es ni sueño, ni vigilia.
El ejercicio que proponemos debe hacerse antes de entrar en el sueño, al final del día y éste se supone durará aproximadamente ocho horas.
Los pasos previos son similares a los descriptos en el artículo 2 y siguientes. Se hará cerca de la cama y con la seguridad de que no habrá otra ocupación o interrupción al entrar en ella.
Como en ejercicios anteriores la propuesta al inconsciente se hará cuando ya se esté en el estado de meditación, aunque éste no sea perfecto.
Se visualizará la situación a resolver con todos los detalles posibles, como ya expusimos en el artículo 7. Si el asunto da para varios días es mucho mejor. En este caso es mejor dedicar varias noches en enfocar el tema desde distintos ángulos para recién en los últimos días hacer el “remate” en una de dos formas:
Viendo como se desarrollaran los hechos y el resultado concreto en tiempo pasado. Es decir, como que ya fue y nunca como algo que está por suceder
Sin visualizar el cómo sucederá. Mejor si no se tiene la menor idea, solo la seguridad de que va a salir bien. Ejemplo: si es un examen visualizar solo la libreta de calificaciones donde se ven las buenas notas obtenidas. Si se puede lograr tener la seguridad, la certeza de que todo va a salir bien la programación puede quedar totalmente abierta, sin visualizar nada respecto al logro del resultado. Cuando llegue el momento de la acción concreta, como ya hemos dicho anteriormente las cosas se desarrollaran en forma fluida, espontanea y convergentes con el fin deseado.
Después de la visualización en meditación meterse en la cama sin hacer ni pensar ninguna otra cosa.
Ya recostado tratar de recordar o repetir la visualización anterior hasta que llegue el sueño. Aquí más que nunca habrá que respetar el principio de no forzar la mente. No importa si aparecen imágenes intrusas, inesperadas o estrafalarias. Hay que dejar “que hagan de las suyas”, eso es señal de que la programación está entrando en la antesala del sueño y del soñar. A veces esa antesala literalmente parece un manicomio.
Al despertar por la mañana demorarse uno o dos minutos antes de levantarse y observar qué material arroja a la orilla el gran mar del inconsciente. A veces se puede hallar alguna perla.
Para finalizar, cabe señalar que es muy probable que a la hora de los hechos estos no tengan mucho o nada que ver con lo programado pero con seguridad los resultados nos asombrarán.
Ahí se cumple una ley muy bien expuesta por el poeta argentino Porchia, quien dice: “hay caminos que te desvían de la meta, pero te llevan a la meta”.

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