martes, 17 de julio de 2007

6- MEDITACIÓN CON UN FIN DETERMINADO

SOLICITANDO UNA GUÍA O CONSEJO

La Meditación puede servir de base para algún fin específico y donde la mente podrá mostrar cierta capacidad latente para hacer proezas.
Un fin específico puede ser el tratar de obtener un consejo, una guía para resolver un problema o simplemente tener alguna indicación sobre el presente y el futuro inmediato.
Partiendo de la técnica enseñada en entradas anteriores, se hace aparecer en la mente la figura de un CONSEJERO. Cada uno lo visualizará según su preferencia: puede ser un maestro oriental, una especie de santo, o cualquier figura con cierta experiencia y autoridad; hasta puede ser una imagen de fantasía. Cualquier forma que se elija conviene que sea la de un anciano. Su ropaje también puede importar, generalmente, se opta por una especie de toga color blanco.
Estando seguros de haber llegado a un estadio, que aunque no sea un samadhi, por lo menos que se acerque a un estado de meditación (la mente en calma, la respiración apacible) se le hace una pregunta al consejero y éste responderá. Puede hacerlo en forma clara y categórica, o mediante símbolos o alegorías, y hasta con señas. Habrá casos excepcionales en donde no responderá. El practicante entenderá el porqué o tendrá que resignarse a intentar en otro momento.
PARA CURARSE DE UNA DOLENCIA O ENFERMEDAD

Al igual que en el ejercicio anterior, ya cerca de un estado de meditación se visualiza una mujer que será la CURADORA. Se aconseja que ésta tenga una imagen mítica o mágica, que se expresará por el ropaje, y algunos detalles en la cabellera, o en un collar. Lo mejor es si se la percibe rodeada por la naturaleza, flores y plantas. No debe ser una mujer común o de la ciudad.
Una vez visualizada se le solicita el alivio o la eliminación de una enfermedad. La mujer se va acercando y coloca su mano derecha en la parte afectada del cuerpo del meditador. A veces en el lugar dolorido, y otras, en algún otro con la indicación de que su influencia va para todo el cuerpo, como por ejemplo tocando la frente.
Se debe cerrar el ejercicio con un agradecimiento que hará cada uno a su manera.

DIRIGIÉNDONOS AL FUTURO

Utilizando los pasos ya indicados se visualiza una caverna, en al cual se va entrando. Debe ser profunda y de largo recorrido, hasta que en algún lugar central apenas iluminado por fuego, antorchas o una luz que desciende desde arriba aparece un ser legendario, mitológico o chamánico, al cual se le hará una pregunta referida al futuro.
Este ser responderá con gestos, señas y palabras.
Al igual que en ejercicios anteriores, habrá que despedirse con un agradecimiento. Se finaliza el ejercicio saliendo de la caverna por otro lugar y mejor hacia arriba.




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